La tokenización de activos, el proceso de convertir bienes reales como inmuebles, acciones o arte en tokens digitales en una blockchain. También conocida como RWA (Real World Assets), permite que algo que antes solo podía comprarse con grandes cantidades de dinero ahora se fraccione y se negocie en pequeñas partes. Esto suena genial, ¿verdad? Pero en la práctica, muchos proyectos solo usan esta idea como tapadera para vender tokens sin valor real.
La DeFi, el sistema financiero abierto que funciona sin bancos, usando contratos inteligentes en blockchain es donde más se usa esta tecnología. Pero no todas las tokens digitales, representaciones electrónicas de un activo que pueden ser compradas, vendidas o intercambiadas son iguales. Algunas, como las de REGENT COIN, un token sin uso real que perdió el 99,5% de su valor, ni siquiera tienen un activo detrás. Otras, como el LMT, token del proyecto Lympo que busca tokenizar activos deportivos, sí intentan conectar lo digital con lo físico, aunque aún están en pruebas.
La clave está en preguntarte: ¿qué activo real respalda este token? ¿Hay transparencia? ¿Hay un equipo real detrás? ¿O solo es un meme con un nombre bonito? En países como Suiza o los Emiratos Árabes Unidos, hay regulaciones claras para esto. Pero en muchos otros sitios, cualquiera puede crear un token y decir que representa una propiedad, un coche o incluso un trozo de oro. Y luego desaparece. Por eso, en esta colección encontrarás análisis reales: desde proyectos que intentan hacerlo bien, como tokenización de activos en plataformas con licencia, hasta estafas que parecen legítimas hasta que el valor cae a cero. No te dejemos engañar por nombres que suenan a futuro. Aquí solo hablamos de lo que funciona, lo que falla y lo que debes evitar.
WhiteRock (WHITE) es una criptomoneda que promete tokenizar acciones y bienes raíces en Ethereum, pero carece de transparencia, auditorías verificables y equipo identificable. Su crecimiento se basa en rumores, no en fundamentos.
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