El impuesto sobre transacciones digitales, un gravamen aplicado a operaciones realizadas en plataformas digitales, incluyendo intercambios de criptomonedas ya no es algo del futuro: es una realidad en más de 20 países. Ya no se trata solo de pagar impuestos por ganancias, sino por cada transferencia, swap o compra que hagas con BTC, ETH o cualquier otro activo digital. Si usas exchanges, DeFi o incluso recibes airdrops, este impuesto puede estar impactando tu bolsillo sin que lo notes.
Este impuesto no es lo mismo que el impuesto sobre ganancias de capital, que se aplica cuando vendes un activo con utilidad. Aquí se grava la operación misma: cuando envías ETH a un pool de liquidez, cuando intercambias USDT por SOL en un DEX, o incluso cuando compras un NFT con cripto. Países como Turquía, donde las transacciones con criptomonedas están prohibidas como medio de pago, pero se gravan como ingresos, o España, que aplica un 1% de retención en operaciones con cripto desde 2024, ya lo tienen en vigor. En el Reino Unido, la FCA exige que las plataformas reporten todas las transacciones, y en la UE, la norma DAC8 obliga a los exchanges a compartir datos con las agencias tributarias.
Lo peor no es el impuesto en sí, sino la falta de claridad. Muchos creen que si no venden, no deben pagar. Pero en muchos casos, intercambiar una criptomoneda por otra ya es un evento gravable. Si usas QuickSwap en Polygon para cambiar USDC por MATIC, o participas en un airdrop como el de EQ Equilibrium y luego vendes los tokens, estás generando una obligación fiscal. No hay excepciones por pequeñas cantidades. Algunos países, como Suiza, tienen marcos más flexibles, pero incluso allí debes declarar tus activos digitales si superan ciertos límites.
Lo que ves en los artículos de esta página no es casualidad. Las guías sobre AML en el Reino Unido, las revisiones de intercambios como DOBI o BKEX, o las explicaciones sobre pérdidas impermanentes en DeFi —todos están conectados a este mismo tema: la regulación fiscal. Si un exchange no tiene licencia, no reporta, y tú haces operaciones, no significa que estés a salvo. La tributación digital se está volviendo más rastreable cada año, y los sistemas de inteligencia artificial de las administraciones tributarias ya cruzan datos entre exchanges, billeteras y plataformas de staking.
No necesitas ser un experto en contabilidad para entender esto. Solo necesitas saber que cada transacción cuenta. Si recibiste tokens en un airdrop, si los vendiste, si los intercambiaste, si los usaste para comprar algo —todas esas acciones tienen consecuencias fiscales. Los artículos que encontrarás aquí te ayudan a entender no solo qué es lo que estás haciendo con tus criptomonedas, sino también qué puede pasar si no lo declaras. Desde casos reales de sanciones en Myanmar hasta las nuevas reglas de Suiza, este contenido te da el mapa para navegar sin caer en trampas.
Vietnam propone un impuesto del 0,1% por cada transacción de criptomonedas, con efectos desde enero de 2026. Aprende cómo afecta a inversores, exchanges y el futuro del mercado cripto en el país.
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