Cuando hablas de regulación cripto en Camboya, el conjunto de normas que el gobierno camboyano impone a los proyectos basados en blockchain y a los usuarios de criptomonedas. También conocida como normativa cripto camboyana, esta regulación busca equilibrar la innovación con la prevención de lavado de dinero.
En este artículo analizamos la regulación cripto en Camboya a la luz de tres marcos internacionales clave. Primero, FATF Travel Rule, un estándar global que obliga a los proveedores de servicios de activos virtuales a compartir información de sus clientes en cada transferencia ha impulsado a Camboya a crear mecanismos de identificación y reportes en tiempo real. Segundo, MiCA, el Reglamento de Mercados de Criptoactivos de la Unión Europea sirve de referencia para estructurar licencias y requisitos de capital, aunque su alcance es europeo, su lógica de protección al consumidor está influyendo en los borradores camboyanos. Por último, la regulación cripto en Jordania, un caso regional donde la autoridad introdujo una ley específica para criptoactivos en 2025 muestra cómo países vecinos están adoptando marcos más claros, lo que presiona a Camboya a mantenerse competitiva y alineada con estándares internacionales.
La normativa camboyana exige que todo exchange que opere dentro del territorio obtenga una licencia de la Comisión de Servicios Financieros. Además, se obliga a implementar procesos KYC (conoce a tu cliente) y AML (anti‑lavado) compatibles con la FATF. Para los proyectos de token, la autoridad requiere un whitepaper auditado, un plan de negocios y la designación de un oficial de cumplimiento residente en Camboya. Las implicaciones son directas: los usuarios deben presentar documentos oficiales antes de comprar o vender, y los desarrolladores deben prever costos de auditoría y tasas de licencia que pueden oscilar entre 5 000 y 20 000 dólares anuales.
Otro punto clave es la tributación. A diferencia de India, que impone un 1 % de TDS en transacciones, Camboya ha optado por un impuesto sobre ganancias de capital del 10 % para ventas superiores a 50 000 dólares estadounidenses, con exenciones para ingresos menores a ese umbral. Esto significa que traders habituales deben registrar cada operación y reportarla al final del año fiscal para evitar multas.
En términos de seguridad, la regulación impulsa la adopción de auditorías de smart contracts y el uso de billeteras certificadas. Los exchanges que no cumplen con los estándares de cifrado y trazabilidad pueden ser sancionados con la revocación de su licencia, lo que ha llevado a varios proveedores internacionales a retirar su servicio del país. Para los usuarios, la ventaja es mayor confianza: los activos están respaldados por una entidad reguladora que supervisa la solvencia de los operadores.
Finalmente, la normativa abre la puerta a programas de incentivos como airdrops regulados. A diferencia de los airdrops en Solana que a veces resultan en estafas, Camboya está trabajando en directrices que exijan transparencia sobre la distribución de tokens, requisitos de verificación y límites de valor para evitar lavado de dinero. Así, proyectos como VYPER.WIN o AST Unifarm podrán lanzar campañas de reparto de tokens siempre que cumplan con los requisitos de reporte.
Con todo esto claro, la colección de artículos que sigue te mostrará casos concretos: desde la revisión completa de Huobi (HTX) en Argentina hasta la guía de la FATF Travel Rule en 2025, pasando por análisis de regulaciones en Emiratos Árabes Unidos y Jordania. Explora cada pieza para ver cómo se aplican estos principios en situaciones reales y qué pasos debes seguir si quieres operar dentro del marco camboyano.
Descubre cómo el Banco Nacional de Camboya ha pasado de prohibir criptomonedas a crear un marco regulatorio con licencias, los bloqueos a exchanges extranjeros y lo que implica para usuarios y bancos.
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